Trastorno por déficit de atención con/sin hiperactividad (TDAH)
Constituye en la actualidad un problema complejo y preocupante, fundamentalmente en el ámbito escolar, por las repercusiones que tienen los síntomas asociados a este déficit para el logro de los objetivos educativos por los niños que lo padecen. El comienzo de este trastorno con frecuencia se presenta entre los 3 y 6 años de edad, según el Instituto Nacional de la Salud Mental (NIMH por sus siglas en inglés). Es una enfermedad de la infancia: el TDAH puede continuar durante los años de la adolescencia y hasta la edad adulta.
¿Los adultos y el TDAH?
Los estudios sugieren que alrededor del 4% de los adultos puede padecer el trastorno de déficit de atención con hiperactividad. En ellos, los síntomas del TDAH son los mismos que en los niños, pero pueden manifestarse de una manera un tanto diferente. Los adultos con TDAH pueden ser malos para administrar su tiempo y tener dificultad para realizar más de una tarea al mismo tiempo, se impacientan con la inactividad y evitan realizar actividades que exijan una concentración continua.
Un diagnóstico de TDAH en un adulto se da únicamente cuando se sabe que algunos de los síntomas se manifestaron en la infancia, por lo general antes de los siete años.
Los tres tipos de TDAH son:
A. Combinado (síntomas tanto de inatención (falta de atención) como de hiperactividad con impulsividad)
B. Inatención
C. Hiperactivo-Impulsivo
Los niños con TDAH requieren, de forma individualizada y para cada uno de ellos, un programa de intervención en la escuela que incluya tanto acciones académicas o de instrucción, como conductuales. Estos programas deben implicar a la mayor parte del cuadro docente para facilitar su eficacia, recogiendo:
• Aquellas acciones que hacen referencia a la metodología.
• Aquellas que refieren al entorno de trabajo.
• Aquellas acciones que hacen referencia a la metodología.
• Aquellas que refieren al entorno de trabajo.
•Aquellas que refieren a la mejora del comportamiento del niño o adolescente (la supervisión constante, las tutorías individualizadas y el uso de técnicas conductuales).
Criterios según el DSM v & CIE-10
(DSM V)
Inatención
Seis (o más) de los siguientes síntomas se han mantenido durante al menos 6 meses en un grado que no concuerda con el nivel de desarrollo y que afecta directamente las actividades sociales y académicas/laborales:
NOTA: Los síntomas no son sólo una manifestación del comportamiento de oposición, desafío, hostilidad o fracaso para comprender las tareas o instrucciones. Para adolescentes mayores y adultos (a partir de 17 años de edad), se requiere un mínimo de 5 síntomas.
a. Con frecuencia falla en prestar la debida atención a los detalles o por descuido se cometen errores en las tareas escolares, en el trabajo o durante otras actividades.
b. Con frecuencia tiene dificultades para mantener la atención en tareas o actividades recreativas.
c. Con frecuencia parece no escuchar cuando se le habla directamente
d. Con frecuencia no sigue las instrucciones y no termina las tareas escolares, los quehaceres o los deberes laborales.
e. Con frecuencia tiene dificultad para organizar tareas y actividades.
f. Con frecuencia evita, le disgusta o se muestra poco entusiasta en iniciar tareas que requieren un esfuerzo mental sostenido.
g. Con frecuencia pierde cosas necesarias para tareas o actividades.
h. Con frecuencia se distrae con facilidad por estímulos externos.
i. Con frecuencia olvida las actividades cotidianas.
Hiperactividad e Impulsividad
Seis (o más) de los siguientes síntomas se han mantenido durante al menos 6 meses en un grado que no concuerda con el nivel de desarrollo y que afecta directamente las actividades sociales y académicas/laborales:
NOTA: Los síntomas no son sólo una manifestación del comportamiento de oposición, desafío, hostilidad o fracaso para comprender las tareas o instrucciones. Para adolescentes mayores y adultos (a partir de 17 años de edad), se requiere un mínimo de 5 síntomas.
a. Con frecuencia juguetea o golpea con las manos o los pies o se retuerce en el asiento.
b. Con frecuencia se levanta en situaciones en que se espera que permanezca sentado.
c. Con frecuencia corretea o trepa en situaciones en las que no resulta apropiado.
d. Con frecuencia es incapaz de jugar o de ocuparse tranquilamente en actividades recreativas.
e. Con frecuencia está “ocupado”, actuando como si “lo impulsará un motor”.
f. Con frecuencia habla excesivamente.
g. Con frecuencia responde inesperadamente o antes de que se haya concluido una pregunta.
h. Con frecuencia le es difícil esperar su turno (por ejemplo, mientras espera una cola).
i. Con frecuencia interrumpe o se inmiscuye con otros (por ejemplo, se mete en las conversaciones, juegos o actividades; puede empezar a utilizar las cosas de otras personas sin esperar o recibir permiso; en adolescentes y adultos, puede inmiscuirse o adelantarse a lo que hacen los otros).
(CIE 10)
Seis (o más) de los siguientes síntomas se han mantenido durante al menos 6 meses en un grado que no concuerda con el nivel de desarrollo y que afecta directamente las actividades sociales y académicas/laborales:
NOTA: Los síntomas no son sólo una manifestación del comportamiento de oposición, desafío, hostilidad o fracaso para comprender las tareas o instrucciones. Para adolescentes mayores y adultos (a partir de 17 años de edad), se requiere un mínimo de 5 síntomas.
a. Con frecuencia falla en prestar la debida atención a los detalles o por descuido se cometen errores en las tareas escolares, en el trabajo o durante otras actividades.
b. Con frecuencia tiene dificultades para mantener la atención en tareas o actividades recreativas.
c. Con frecuencia parece no escuchar cuando se le habla directamente
d. Con frecuencia no sigue las instrucciones y no termina las tareas escolares, los quehaceres o los deberes laborales.
e. Con frecuencia tiene dificultad para organizar tareas y actividades.
f. Con frecuencia evita, le disgusta o se muestra poco entusiasta en iniciar tareas que requieren un esfuerzo mental sostenido.
g. Con frecuencia pierde cosas necesarias para tareas o actividades.
h. Con frecuencia se distrae con facilidad por estímulos externos.
i. Con frecuencia olvida las actividades cotidianas.
Hiperactividad e Impulsividad
Seis (o más) de los siguientes síntomas se han mantenido durante al menos 6 meses en un grado que no concuerda con el nivel de desarrollo y que afecta directamente las actividades sociales y académicas/laborales:
NOTA: Los síntomas no son sólo una manifestación del comportamiento de oposición, desafío, hostilidad o fracaso para comprender las tareas o instrucciones. Para adolescentes mayores y adultos (a partir de 17 años de edad), se requiere un mínimo de 5 síntomas.
a. Con frecuencia juguetea o golpea con las manos o los pies o se retuerce en el asiento.
b. Con frecuencia se levanta en situaciones en que se espera que permanezca sentado.
c. Con frecuencia corretea o trepa en situaciones en las que no resulta apropiado.
d. Con frecuencia es incapaz de jugar o de ocuparse tranquilamente en actividades recreativas.
e. Con frecuencia está “ocupado”, actuando como si “lo impulsará un motor”.
f. Con frecuencia habla excesivamente.
g. Con frecuencia responde inesperadamente o antes de que se haya concluido una pregunta.
h. Con frecuencia le es difícil esperar su turno (por ejemplo, mientras espera una cola).
i. Con frecuencia interrumpe o se inmiscuye con otros (por ejemplo, se mete en las conversaciones, juegos o actividades; puede empezar a utilizar las cosas de otras personas sin esperar o recibir permiso; en adolescentes y adultos, puede inmiscuirse o adelantarse a lo que hacen los otros).
(CIE 10)
Déficit de atención
a. Frecuente incapacidad para prestar atención a los detalles junto a errores por descuido en las labores escolares y en otras actividades.
b. Frecuente incapacidad para mantener la atención en las tareas o en el juego.
c. A menudo aparenta no escuchar lo que se le dice.
c. A menudo aparenta no escuchar lo que se le dice.
d. Imposibilidad persistente para cumplimentar las tareas escolares asignadas u otras misiones.
e. Disminución de la capacidad para organizar tareas y actividades.
f. A menudo evita o se siente marcadamente incómodo ante tareas como los deberes escolares, que requieren un esfuerzo mental mantenido.
g. A menudo pierde objetos necesarios para unas tareas o actividades, como material escolar, libros, etc.
h. Fácilmente se distrae ante estímulos externos.
i. Con frecuencia es olvidadizo en el curso de las actividades diarias.
Hiperactividad
a. Con frecuencia muestra inquietud con movimientos de manos o pies, o removiéndose en su asiento.
b. Abandona el asiento en el aula o en otras situaciones en las que se espera que permanezca sentado.
e. Disminución de la capacidad para organizar tareas y actividades.
f. A menudo evita o se siente marcadamente incómodo ante tareas como los deberes escolares, que requieren un esfuerzo mental mantenido.
g. A menudo pierde objetos necesarios para unas tareas o actividades, como material escolar, libros, etc.
h. Fácilmente se distrae ante estímulos externos.
i. Con frecuencia es olvidadizo en el curso de las actividades diarias.
Hiperactividad
a. Con frecuencia muestra inquietud con movimientos de manos o pies, o removiéndose en su asiento.
b. Abandona el asiento en el aula o en otras situaciones en las que se espera que permanezca sentado.
c. A menudo corretea o trepa en exceso en situaciones inapropiadas.
d. Inadecuadamente ruidoso en el juego o tiene dificultades para entretenerse tranquilamente en actividades lúdicas.
e. Persistentemente exhibe un patrón de actividad excesiva que no es modificable sustancialmente por los requerimientos del entorno social.
d. Inadecuadamente ruidoso en el juego o tiene dificultades para entretenerse tranquilamente en actividades lúdicas.
e. Persistentemente exhibe un patrón de actividad excesiva que no es modificable sustancialmente por los requerimientos del entorno social.
Impulsividad
a. Con frecuencia hace exclamaciones o responde antes de que se le hagan las preguntas completas.
b. A menudo es incapaz de guardar turno en las colas o en otras situaciones en grupo.
c. A menudo interrumpe o se entromete en los asuntos de otros.
d. Con frecuencia habla en exceso sin contenerse ante las situaciones sociales.
c. A menudo interrumpe o se entromete en los asuntos de otros.
d. Con frecuencia habla en exceso sin contenerse ante las situaciones sociales.
Tratamiento para los niños con tdah y psicofármacos:
Los niños con TDAH tienen un desequilibrio químico de los neurotransmisores Dopamina y Noradrenalina (sustancias químicas del cerebro), lo que ocasiona desajustes en el funcionamiento cerebral. Principalmente, se ve afectado el lóbulo frontal y las áreas prefrontales, afectando a las funciones ejecutivas, lo que provoca alteraciones en la atención, en el control de impulsos, la inhibición de respuestas y la toma de decisión.
- Soutullo y Díez, 2007
Algunas formas leves de Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad se pueden controlar a veces con tratamiento no farmacológico. Sin embargo, los expertos indican que el tratamiento más eficaz para el TDAH es la intervención multimodal, es decir, la combinación de tratamiento farmacológico, intervención psicológica, intervención familiar e intervención escolar. El uso de la medicación es por tanto un pilar más del tratamiento para el TDAH.
Existen varios tipos de mediaciones disponibles en la actualidad que ayudan a los niños/as con TDAH. Los fármacos estimulantes aumentan los niveles de dopamina en el cerebro y la Atomoxetina aumenta los niveles de noradrenalina. Es necesario conocer que la medicación es segura y que los efectos secundarios son pocos y no son graves. Dichos fármacos son prescritos de acuerdo con el criterio del médico y con la aprobación de los padres.
Intervención
Tratamiento psicológico para el TDAH en niños y adolescentes:
- Terapia de conducta:
- Para aumentar conductas positivas: el reforzamiento positivo como la alabanza, la atención positiva, las recompensas y los privilegios.
- Para reducir conductas no deseadas: se utiliza el coste de respuestas, el tiempo fuera y la extinción (no prestar caso a la conducta que se desea reducir o eliminar).
- Entrenamiento para los padres:
- Se trata de un programa de tratamiento conductual que tiene como objetivo dar información sobre el trastorno, enseñar a los padres a modificar la conducta de sus hijos, incrementar la competencia de los padres, mejorar la relación paterno-filial mediante una mejor comunicación y atención al desarrollo del niño.
- Terapia cognitiva:
- Entrenamiento en técnicas de autoinstrucciones, autocontrol y solución de problemas.
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